¿Importa el color de la piel en México?

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Entrevistamos a René Flores licenciado en sociología por la Universidad de Berkeley, investigador y futuro doctor en sociología por la Universidad de Princeton con respecto a la discriminación por el color de la piel en nuestro país, ello en el marco de una investigación que dicha universidad lleva en varios países de América Latina:

JOSÉ ANTONIO LÓPEZ.- Has estado haciendo labor de campo en México con respecto al color de la piel y la discriminación, ¿qué pasa en México?

RENÉ FLORES.- Es un tema del que no se habla tan fácilmente en México, sin embargo hay una conciencia también que el color de la piel para las personas pesa, que es un importante cuando uno busca empleo, cuando uno está buscando pareja sentimental, los “güeritos” son considerados frecuentemente más atractivos y estamos haciendo una investigación al respecto. Hicimos una encuesta en el mes de octubre (de 2009) en la Ciudad de México, le preguntamos a la gente ¿cuál es su color de piel?, tenemos tres categorías, blanco o güero, moreno claro y moreno oscuro. Tratamos de ver qué es lo que implica el tener diferente color de piel con otro tipo de indicadores como educación o ingreso y encontramos que básicamente existe una gran brecha entre la gente que tiene la piel blanca o “güera” y la gente que tiene la piel oscura. Parte de la magnitud de esta brecha se refleja en nuestro estudio, en la Ciudad de México la 30% de la gente blanca tiene algún tipo de educación universitaria y sólo el 14% de la población con piel morena reportó tener algún tipo de educación universitaria, estamos hablando de una diferencia significativa en el sentido que el color de la piel pesa en México.

JAL.- Y pareciera que ello dejó de existir, cuando menos en el discurso, sabemos que la Constitución dice que todos somos iguales ante la ley y además este tema no se toca en ningún nado, ni en los medios, pareciera que todos somos iguales sin importar si eres “güerito” o morenito, los indicadores que mencionas revelan información importante al respecto. Esto lo podemos ver en las calles, por ejemplo en un centro comercial en Polanco la mayor parte de la gente que compra es gente blanca, en cambio, la gente morena se ve en otras regiones de la ciudad, quizás donde en zonas más populares donde la gente tiene menos recursos, no es absoluto pero sí se nota, ¿esto es una condición histórica?, ¿mental?, ¿a qué se debe?

RF.- Tiene antecedes históricos, durante siglos México vivió bajo la dominación española donde había un sistema de castas muy rígido, si tú eras de origen inmediatamente español tenías ciertos privilegios, tenías ciertos trabajos, podías vivir en ciertos lugares, en cambio alguna de las castas, si eras indígena, mestizo o mulato tenías diferentes derechos, usualmente menores o más limitados. Cuando la colonia termina con la independencia de México el sistema de castas llega a su final, sin embargo la ideología donde se ve a lo europeo y a la piel blanca con un valor primordial permanece, eso no se fue, quedó como parte de la cultura. Hay un doble discurso en la sociedad mexicana, por un lado que todos somos mestizos, que aquí en México no hay razas, eso es parte del enaltecimiento de lo indígena, pero por otro lado ves a las abuelitas diciendo “él es mi nieto el bonito, está güerito”, a veces lo primero que te preguntan es si tu hijo es “güerito” o “prietito”

JAL..- Porque a veces el “prietito” suele ser peyorativo,

RF.- ¡Claro!, tiene una carga de valor muy fuerte, la gente habla por ejemplo de “mejorar la raza”, ¿qué significa mejorar la raza?, casarte con alguien cuyo color de piel es más claro, esto se hace porque en México tiene un valor tangible tener la piel clara, tener rasgos más europeos. Esto se ve en temas como la solicitud de empleo, en el periódico ves anuncios que dicen “solicitamos gente con buena presentación”, o sea con buena apariencia.

JAL.- ¿A qué se refieren?

RF.- Exacto, ¿qué significa?, ¿están hablando de una persona de origen zapoteco?, esa es la pregunta. Hicimos otras preguntas en la encuesta, por ejemplo, le preguntamos en el Distrito Federal a la gente qué tanto le gustaría que su piel fuese más clara, de nuevo los números son bastante reveladores: el 45% de la gente contestó que quisiera que su piel fuese más clara, mientras más oscura era su piel, más deseaba ser blanco.

JAL.- Pero además, eso lo inculcan desde las familias, esa discriminación nace desde nuestras casas muchas veces.

RF.- Además este discurso se da a nivel interpersonal y no a nivel nacional, no hay un discurso nacional que diga “vamos a hablar de la discriminación en México”, usualmente al tocar el tema en el país se habla de los indígenas, el es grupo donde sí reconocemos que hay discriminación. En la encuesta preguntamos si la gente considera que hay discriminación contra los indígenas y la mitad de los encuestados consideraron que sí la hay, sin embargo poco se habla sobre la discriminación por el color de piel, hacia la gente de piel morena u oscura, es un diálogo que está tomando lugar en otras sociedades latinoamericanas como Colombia, Brasil o Perú mientas en México seguimos bajo el influjo de la ideología del mestizaje, donde todos somos hijos de Cuauhtémoc, o todos hijos de la Malinche y Cortés, sin embargo tu vas a un bar o una discoteca en Polanco y ¿quién va a entrar primero?, ¿quién se va a quedar afuera?, es algo que pesa bastante en la vida de las personas.

JAL.- Frente a ello ¿qué se puede hacer?, a la clase política no le interesa, ¿qué han hecho en otros países?, ¿qué alternativas hay?

RF.- En Colombia o Brasil están comenzando con programas llamados “de acción afirmativa”, donde las personas que tienen ciertas características, digamos, personas de origen afrodescendiente o indígenas se les dan ciertos “puntos” extra cuando solicitan ingreso a universidades, cuando van a solicitar empleo a secretarías del estado, se les da una ayuda extra para tratar de equilibrar las cosas y básicamente compensar por el contexto de discriminación social que existe.

JAL.- Si eso se llevara al cabo aquí, ya veo a todos los panistas y en general de todos los partidos también, diciendo que se trata de populismo y dádivas, muchas veces creen que estas medidas fomentan la pobreza porque consideran que el pobre es pobre (valga la redundancia) por flojo y porque el estado paternalista le provee. En México tenemos hasta un triple discurso, cuando a las clases más desprotegidas se les da ayuda, el resto habla –insisto- de un “estado paternalista”, por otro lado se dice que todos somos iguales y por el tercero, discriminamos terriblemente.

La conclusión es que México se encuentra rezagado en el tema de discriminación comparado con países como Perú o Colombia donde existe un gran debate al respecto y se trabaja en la búsqueda de soluciones. Al final de la investigación el departamento de sociología de la Universidad de Princeton publicará un libro donde la participación de René Flores será crucial, esperaremos pues dicha publicación para dar a conocer dónde estamos situados exactamente en esta materia que además, es tabú y un dejo más de la hipocresía con que vive la sociedad mexicana.

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